miércoles, 11 de abril de 2012

Recuerdos de la Semana Grande

Terminada la Semana Santa retomo la actividad en este blog para hacer un paseo por los recuerdos que me deja la Semana Grande de Sevilla.
Pero no quiero hablar de lluvia, ni de cofradías que se mojan o de las que se quedaron de manera acertada dentro de sus templos. Hoy voy a hablar de una hermandad que llevo en el corazón desde que era niño. Hoy quiero hablar de La Lanzada.
No muchos habrán tenido la suerte que yo tuve de niño, hermano de la hermandad de S. Gonzalo, vecino de La Macarena y con unos padres de El Cerro pues uno se cría en el cariño a todas las hermandades de Sevilla. En mi casa no existían esos absurdos debates sobre hermandades como si de equipos de fútbol se tratasen, en mi casa gustaban todas.
Recuerdo como me encantaba salir con mis padres a ver el discurrir de las hermandades por las calles. Recuerdo como en aquellos años mi padre, metido de lleno en la difícil tarea de sacar a su familia adelante, no podía disfrutar todo lo que a él le hubiese gustado, pero si hay algo que tengo grabado es como cada Miércoles Santo su mayor deseo era ir a ver a La Lanzada.



No recuerdo muy bien si ese momento lo disfrutaba mas mi padre o mis hermanos y yo, el caso es que el momento era mágico. apá sobre las dimensiones del caballo nuevo del paso de misterio y de como le gustaba mas el antiguo.
El tiempo ha pasado y ahora yo soy el papá que lleva a sus hijos de la mano, y  recordaba a mi hijo como su abuelo, mi papá, me llevaba del mismo modo que hoy en día lo llevo yo a él.
Mi hermandad sigue siendo San Gonzalo, pero mi papá grabó también La Lanzada en mi corazón y para mi es un orgullo y un honor poder enseñar ese tatuaje.
Gracias Papá.